Convertirse en un orador económico es simple, pero requiere un sacrificio: debe renunciar a su deseo de hablar. Si puedes hacer esto, nunca aburrirás a nadie, lo que te hará ganar el respeto de tu audiencia. Tenga en cuenta que la palabra ‘económico’ sugiere algún tipo de beneficio. Su discurso es información que su audiencia juzga y filtra, y la economía proviene de su enfoque en su interés. No puede adivinar el tipo y grado de intereses de su audiencia; tienes que dejar que lo den a conocer. Para eso, debes seguir dos reglas:
Regla 1: Haga preguntas claras y haga comentarios breves sobre sus respuestas, hasta que alguien le haga una pregunta. Asegúrate de escuchar las respuestas. Ayuda si te importa. Sus comentarios son más a menudo dos palabras que dos oraciones. Idealmente, resúmenes de lo que acaban de decir. Luego, después de un tiempo, un miembro intrigado de la audiencia le hará una pregunta. Ese es tu momento: alguien realmente quiere escuchar lo que tienes que decir . Luego responda esa pregunta manteniendo la regla 2.
Regla 2: Deja de hablar a la primera señal de aburrimiento. (No, no puedes terminar tu oración. Ya la cagaste, mejor suerte la próxima vez.) Con el tiempo, aprendes qué audiencias tienen contigo durante cuánto tiempo, para que puedas terminar tu punto antes de aburrirse.
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