Pensé que su discurso era brillante y realmente debería ser visto dentro del contexto de la película por la que fue honrada.
Fences era una película única en el sentido de que capturaba muy intrincadamente la vida y las aspiraciones de un hombre y su familia casi por completo a través del diálogo. Sin tomas sofisticadas, ni una cinematografía exquisita, simplemente una vieja actuación brillante y muchas palabras. Una instantánea de la vida de un hombre y sus problemas con su familia. Un hombre ordinario, un hombre común; nada particularmente especial sobre él, pero ¡el retrato era convincente! Ella no dijo que actuar era lo único que celebra la vida. Ella dijo que era lo único que celebra lo que significa VIVIR una vida.
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Nuestra vida cotidiana mundana, por qué y cómo hacemos todas las pequeñas cosas del día a día que hacemos y cómo se unen para dar forma a nuestras decisiones y las vidas de quienes nos rodean. El teatro es lo único que captura eso, y lo hace entretenido e introspectivo. En esencia, el teatro y las películas les piden a los espectadores que echen un vistazo a una vida o vidas y nos ayuden a encontrar significados y verdades, conexiones y realizaciones. Las películas nos dicen que vale la pena mirar a las personas, nos ayudan a identificarnos en los demás. No solo la historia de nuestras vidas, sino nuestras vidas tal como están, sin historias, porque la vivimos día a día. a eso se refería ella.