“Las palabras tienen consecuencias”.
Me encanta esa frase Es una increíble pieza de propaganda política. Tan sencillo. Tan fácil de entender. Tan fácilmente engañoso. Y tiene niveles de engaño que lo hacen aún más efectivo.
Nivel uno: la Constitución protege la libertad de expresión de ser restringida por el gobierno y no somos el gobierno, por lo que podemos fastidiarlo tanto como queramos.
Para que esto sea razonable, tendrían que existir dos condiciones. Primero, la tiranía tendría que ser la única providencia del gobierno. Pero esto no es cierto. Cualquiera puede ser un tirano y la tiranía aumenta cuando los grupos la usan.
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En segundo lugar, las partes involucradas no tendrían que tener interés político en suprimir el discurso. Pero sí tienen una estaca. Quieren que su partido y su ideología sean dominantes.
No es necesario que el estado sea tiránico si las personas que lo apoyan serán tiránicas en nombre del estado.
Nivel dos: las personas que impulsan la corrección política en realidad están suprimiendo la libertad de expresión, pero no creen que lo sean.
Es razonable sentir compasión por aquellos que creen que están haciendo lo correcto a pesar de estar equivocados. Este es en realidad el nivel más difícil de superar porque las buenas personas quieren creer lo mejor de sus semejantes, incluso aquellos con quienes no están de acuerdo.
Nivel tres: las personas que se quejan de que estamos siendo opresivos al atacar el “discurso de odio” simplemente se quejan y se quejan, y esta es su forma de tratar de callarnos.
Dado que muy pocas personas pueden moverse más allá del nivel dos y mucho menos del nivel uno, este nivel es bastante fácil de creer para la mayoría de las personas. Después de todo, la libertad de expresión no debe ser suprimida, ¿verdad? No deberíamos callarlos, ¿verdad?
Pero espera un segundo, ¿no es eso lo que nos trajo aquí en primer lugar, ellos tratando de callarnos? Verá, este argumento final es en realidad el argumento que arruina toda la bola de cera. Si no está bien que los reprimamos, no está bien que nos repriman.
“Las palabras tienen consecuencias”, al igual que “políticamente incorrecto”, ya son etiquetas. Agregar más etiquetas sin duda sería una gran herramienta de ventas para impulsar estos conceptos intelectualmente deshonestos. No puedo decir que lo recomendaría.
En resumen, la libertad de expresión ha significado históricamente “Desapruebo lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho a decirlo”. La corrección política significa “Desapruebo lo que dices, y haré todo lo que esté en mi poder para fastidiarte”. Si mi discurso va a ser etiquetado, espero que obtenga la primera categoría, no la segunda.