Vivir fuera de la red implicaría depender principalmente de fuentes de energía renovables. A juzgar por los avances actuales en tecnología, lo más probable es que sea solar y eólica. Basado en esta premisa, esto es lo que va a suceder.
- La cosa llamada factura de electricidad se convertirá en una reliquia del pasado y tal vez algunas de ellas se mostrarán en los museos.
- Respirarás un aire mucho más limpio.
- La gente de Mauricio respirará tranquilo ya que toda su nación no estará a punto de sumergirse en el mar.
- Los pingüinos y los osos polares te enviarán un regalo o dos la próxima Navidad.
- Su país dejará de pagar enormes facturas a las naciones productoras de petróleo y sus impuestos bajarían.
- La mayor parte del terrorismo en el mundo se genera en los países ricos en petróleo que no tienen nada mejor que hacer o lograr. Una vez que su fuente constante de dinero fácil se detenga, no les resultará tan fácil financiar las operaciones terroristas.
- Los precios de las fuentes de energía no tradicionales bajarán ya que ahora habrá un mercado lo suficientemente grande para la producción a gran escala.
- El precio del petróleo y el gas bajará drásticamente, ya que estos precios están dominados principalmente por el lado de la oferta de la ecuación.
- Lo que es más importante, las tecnologías y soluciones desarrolladas en las naciones avanzadas se difundirán en el mundo en desarrollo y subdesarrollado, donde el acceso a la energía es un lujo sin precedentes. ¡Este será un gran paso adelante para la humanidad!