Hay una gran diferencia en tener opiniones políticas y expresarlas durante el trabajo. Muchas compañías tienen políticas claras contra la política en los negocios. Las opiniones políticas son privadas y deben mantenerse privadas. No tienen lugar en los negocios, ya que interrumpe el objetivo principal de un colectivo diverso dentro de la estructura de una empresa.
El respeto mutuo y la voluntad de cooperar entre sí independientemente de la nacionalidad, raza, religión o política es el núcleo de las empresas exitosas. Expresar opiniones políticas durante el tiempo de trabajo viola la esencia misma de la relación laboral. Puede ser una razón válida para ser despedido.
Su empleador no debe de ninguna manera impedir que exprese sus puntos de vista políticos fuera del trabajo o incluso forzarlo a expresar los puntos de vista políticos de su empleador. Este comportamiento sería al menos poco ético y potencialmente ilegal. No debe ser despedido en base a su comportamiento fuera del trabajo, ya que tiene derecho a sus propios compromisos políticos.
La exención de la regla podría ser cuando su vida política se mueva hacia acciones ilegales y esté fuera de los límites legales, ya que su empleador debe priorizar la seguridad de sus empleados y clientes por encima de su libertad personal.
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