Soy un modelo / actor de 23 años que no está orgulloso de la vida tal como es. Miro a los demás y comparo mi éxito. ¿Cómo puedo vivir una vida con una mente clara?

Puede vivir la vida con una mente clara al reducir su enfoque a SOLO SU sentido de autoestima, logro y felicidad, en lugar de la percepción de su valor de otras personas.

La paradoja de buscar afirmación en los demás es que es muy parecido a pedir un préstamo al banco; ¡Cuanto más lo necesite, menos probabilidades tendrá de obtenerlo!

Cuando era adolescente tenía acné leve, sin embargo, para mí esto fue un gran desastre porque estaba preocupado por lo mal que se veía y cómo los demás me juzgarían. Me sentí muy mal conmigo mismo, lo cual proyecté en mi lenguaje corporal y causé que otros me trataran con menos respeto, una profecía autocumplida. Entonces conocí a este tipo llamado Kevin que tenía acné horrible, mucho peor que el mío. Sin embargo, Kevin era un gran tipo, tenía muchos amigos y era más hombre de lo que nunca podría soñar. Cuando miraste a Kevin, viste su acné, pero esto se vio ensombrecido por su confianza en sí mismo, su autoestima y su personalidad magnética.

Le debo mucho a Kevin por enseñarme a ser una persona más feliz que se sienta cómoda siendo yo.

Hay dos formas de estar en la vida, porque hay dos tipos de yo.

La primera forma es de lo que estás hablando: cuando crees que eres una persona, estás obligado a tu propia imagen, y luego se trata de si eres lo suficientemente bueno. Tienes que pasar tu vida escalando la pirámide y comparándote con los demás para “ganar el juego”.

Al final, incluso si ganas, sientes que de alguna manera perdiste el punto.

La otra forma de ser es expresar y servir a un todo mayor. No me refiero a ‘Dios’, ya que no creo en nada mágico. Quiero decir que más allá de lo que sabes, más allá de lo que crees saber, más allá de lo que puedes explicar, encontrarás una verdad profunda. No se trata de usted y su imagen o sus sentimientos, pero tampoco los ignora. No se trata de su éxito, pero tampoco lo ignora.

Cuando te paras en esa verdad, necesitas valor solo para mantenerte erguido. Cuando hablas, esa verdad usa tu boca, cuando actúas, usa tus manos. El resultado de su discurso y sus acciones no le pertenece a usted, pertenece al todo.

Al final, te das cuenta de que has tenido el privilegio de dejar que la verdad pase por ti en tu camino hacia el futuro.