¿Y por qué querrías hacer eso? Siempre he encontrado musa hablando conmigo mismo, a veces solo estoy caminando en silencio y de repente me eché a reír por algo que me dije o por un comentario sobre la acción de otra persona.
No se trata solo de humor, hablar contigo mismo de manera clara te ayudará a organizar tus pensamientos y, tal vez, a pensar de manera más lógica. El otro día, esta voz me ayudó a resolver un problema realmente desafiante en el sentido más intuitivo.
En su libro De incógnito , David Eagleman llamó al primer capítulo ” Hay alguien en mi cabeza, pero no soy yo “, en el que está este párrafo:
En 1862, el matemático y físico escocés James Clerk Maxwell desarrolló un conjunto de ecuaciones fundamentales que unificaron la electricidad y el magnetismo. En su lecho de muerte, tosió un extraño tipo de confesión, declarando que “algo dentro de él” descubrió las famosas ecuaciones, no él.
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Hablar contigo mismo puede ayudarte a cumplir tus planes y a hacer siempre lo correcto cuando te encuentres en una situación difícil. En cuanto a mí, ni siquiera podría sobrevivir sin estas voces internas hablando allí y dando retroalimentación.