¿Cómo sabes cuándo dejar un tema?
- Cuando te repites tres veces.
- Cuando sabes de antemano lo que la otra persona va a decir.
- Cuando dejas de escuchar y comienzas a planificar respuestas.
- Cuando la otra persona parece no entender de lo que estás hablando.
- Cuando usted y la otra persona ni siquiera pueden ponerse de acuerdo sobre lo que están discutiendo.
- Cuando se interrumpen el uno al otro.
- Cuando comienzas con ataques ad hominem.
- Cuando deja de ser sobre quién tiene la razón y se convierte en una cuestión de quién recibirá la última palabra.
- Cuando comienzas a usar malas palabras innecesarias.
- Cuando estás a punto de perder los estribos.
Todos estos son signos de que debes dejar el tema.
El argumento ha dejado de ser una discusión razonable. Se está convirtiendo en un partido de gritos.
Ya no estás escuchando. Y o la otra persona no está escuchando, o no te entiende, o está demasiado enojada para entender.
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No convencerás a nadie. No puedes ganar aquí, no a largo plazo. Puede ganar la discusión y perder el respeto de la otra persona por usted. Y ganar el argumento no es convencer a nadie de que tienes razón. Peor aún, es probable que vuelvas a las personas emocionalmente contra ti y por cualquier causa que puedas defender.
Incluso si asumimos que tienes razón, ese no es el punto. Tú no puedes ganar. Ahora no. No en una situación como la descrita.
Deberías dejar el tema. Quizás por ahora. Quizás para bien.
Pero hazlo tú mismo, la otra persona y todos los que podrían estar viendo un favor: abandona el tema.