Bueno, hay muchos casos en que los izquierdistas infringen los derechos de libertad de expresión de los demás. Pero los conservadores son igual de culpables.
Todos quieren que la libertad de expresión signifique lo que quieren para mí y no lo que alguien más quiere que signifique. Algunos ejemplos del exceso de conservadores …
- La quema de banderas es uno de los problemas actuales más destacados en los que los conservadores quieren infringir la libertad de expresión de los demás. La Corte Suprema ha dejado muy claro que quemar la bandera es un discurso protegido, a pesar de que puede ser aborrecible para muchos de nosotros, pero los legisladores conservadores siguen tratando de acabar con la constitución.
- Las “zonas de libertad de expresión” son otra técnica que a los conservadores les encanta utilizar para suprimir el habla. Ahora es perfectamente cierto que estas técnicas han estado en uso durante muchos años, pero George W. Bush fue el primer presidente que realmente hizo uso de las zonas de libertad de expresión, áreas muy alejadas de la acción del debate político donde los manifestantes estaban confinados detrás de alambre de púas y oculto a la vista del público.
- Bush también encendió fuego bajo defensores de la libertad de expresión, cuando advirtió a los estadounidenses que no están en desacuerdo públicamente con sus políticas. “Estás con nosotros o contra nosotros”, dijo. “Será mejor que veas lo que dices”.
- Pero fue un piker en comparación con Donald Trump, quien ha llamado a los miembros de la audiencia en sus manifestaciones a manifestantes violentos. Trump también ha dicho públicamente que quiere que sea más fácil demandar a periodistas y otros críticos que dicen cosas sobre él que no le gustan. No porque las cosas sean inexactas, sino porque a él no le gustan.
- Pero hombres más grandes que Trump han quedado atrapados en la trampa. Incluso el gran Abraham Lincoln no era ajeno a la supresión de la libertad de expresión. Lincoln ordenó encarcelar a varios editores de periódicos sin juicio o revisión por publicar editoriales en contra de su conducta en la guerra.