Una forma realmente fácil de comenzar a trabajar en el tono es grabarse en audio mientras pronuncia un discurso. De esta manera, puede concentrarse solo en el tono de su voz mientras evalúa si su tono coincide con el tema del que está hablando y la energía emocional de la audiencia que espera aprovechar en su entrega.
-Escucha cuando tu voz se pone alta o baja. Pregúntese si el tono es apropiado para ese momento particular del discurso.
-Escucha las diversas emociones que parece transmitir tu tono. Pregúntate si querías transmitir esas emociones con el tono que usaste.
-Escucha esos momentos en los que estás convencido o no de lo que estás diciendo. Pregúntese de qué se trataba el tono de su voz que lo convenció o no.
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El objetivo de este ejercicio es comenzar a pensar de manera intencional y crítica sobre su tono.
¡Espero que esto ayude!