No creo que la facultad del habla sea puramente una función de nuestras habilidades vocales. Puede ser que nuestros cerebros estén estructurados de manera diferente a otros animales, dándonos patrones de pensamiento lingüísticos únicos. Esta es la opinión de Noam Chomsky, el reconocido lingüista.
Los investigadores han intentado enseñarles a los animales el lenguaje de señas, pero en general no han logrado que los animales “digan” nada particularmente complejo o interesante. Entonces, si le diera a un chimpancé una caja de voz de alguna manera, probablemente diría cosas como:
- Apple me come
- Banana Nim come
- Banana me come
- Bébeme Nim
- Come Nim come
- Cómeme nim
- Cómeme nim
Nim Chimpsky era el nombre del chimpancé al que se le enseñaba el idioma como parte de un controvertido proyecto en la década de 1970. Lea más sobre esto aquí: Nim Chimpsky – Wikipedia
Puede ser que el mundo en el que colocamos animales experimentales simplemente no sea adecuado para obtener el lenguaje de ellos. Una línea famosa del filósofo Ludwig Wittgenstein podría ser relevante aquí:
- ¿Qué pasaría si Hillary Clinton desapareciera repentinamente?
- Si Washington DC fuera conquistado, ¿cuál podría ser la próxima capital (temporal)?
- ¿Cómo reaccionaría el mundo si descubriéramos que la Tierra es realmente plana?
- ¿Qué te sucedería si en medio de una sesión de hipnosis tu hipnotizador se fuera repentinamente?
- Si la Tierra tuviera dos lunas del mismo tamaño que nuestra luna y estuvieran en un curso de colisión frontal, ¿cómo se sentiría el mundo al ver que sucede?
“Si un león pudiera hablar, no lo entenderíamos”.