Hay cinco ingredientes clave que hacen un gran discurso improvisado:
La idea En primer lugar, cualquier discurso es más fuerte cuando se construye alrededor de una idea bien formada . Hablar sobre un tema en general puede ser más simple, pero si tiene una idea clara en mente y comunica esa idea de manera efectiva, es mucho más probable que tenga un impacto. Al hablar en los talleres, he notado que hay una mejora masiva en la calidad de los discursos si proporciono a los participantes una lista de ideas claras para elegir, en lugar de dejar que elijan un tema por sí mismos. Entonces, por ejemplo, mientras un estudiante podría elegir el tema “Exploración de Marte” , sugeriría algo más como “Por qué explorar Marte beneficia a las personas en la Tierra”. Puede preparar ideas de antemano para temas sobre los que es probable que tenga que hablar; para otros casos, es posible que tenga que improvisar, pero al menos elija una posición clara. Eso hace que tu tarea sea mucho más fácil.
Las historias Pregunte a la audiencia qué recuerdan después de cualquier discurso y siempre señalarán las historias. Construya su idea en torno a historias reales, idealmente sobre experiencias personales, aunque puede recurrir a historias publicadas como último recurso. Nunca inventes historias porque no tienen profundidad y suenan débiles. Muy a menudo me gusta comenzar con una historia porque eso a menudo llama la atención de las personas, pero esto no es en absoluto esencial. Cuente al menos una historia que ilustre o apoye su idea principal. Pero no te excedas. Contar demasiadas historias tiene el efecto contrario y simplemente confunde a las personas.
La apertura A veces abro con una historia, a veces con una pregunta, a veces con un hecho sorprendente. Todo esto puede funcionar de manera muy efectiva. No pierdas el tiempo presentándote a ti mismo o al tema. Entra en tu tema de inmediato. No debería necesitar decir de qué está hablando porque eso debería quedar claro para todos después de las primeras oraciones. Si no es así, debe intentar un enfoque diferente la próxima vez.
El cierre Obtendrá una mejor reacción a su discurso si puede llevarlo a una conclusión satisfactoria. Puede terminar con una historia, una pregunta, un desafío o una cita inusual. Exactamente lo que dices no es tan importante, pero debería sentirse como el final. Puede reforzar la sensación de que está terminando dando una pista poco antes del final y enfatizando la “resistencia” de las últimas frases por su tono de voz y expresión facial.
La entrega. Dos personas que pronuncian exactamente el mismo discurso pueden obtener resultados muy diferentes simplemente porque importa la forma en que entregue sus palabras. Hay algunas mejores prácticas básicas que siempre debes seguir. Mantener contacto visual con el público de principio a fin; nunca mires al suelo o al techo. Puntúe su discurso con pausas, en parte para dejar tiempo para que las ideas sean absorbidas, en parte para enfatizar los puntos y, a veces, solo para pensar qué decir a continuación. Permanezca en un lugar en el escenario a menos que tenga una razón para moverse y no tenga miedo de enfatizar los puntos con gestos con las manos. Si puedes improvisar un accesorio o tienes uno en tu bolsillo, eso también puede ser muy útil.
Obtenga estos cinco ingredientes clave correctamente y es mucho más probable que pronuncie un discurso improvisado efectivo. Pero, en última instancia, la única forma de dominar este arte es a través de una larga práctica. No practique repetir el mismo discurso, sino practique improvisar nuevos discursos sobre una amplia gama de temas.