Investigue a su audiencia. Antes de comenzar a elaborar una palabra de su presentación, debe meterse en la cabeza de cada miembro de la audiencia. Aunque es importante comprender su demografía, psicografía, es igualmente importante comprender si creen en su mensaje. Responda estas tres preguntas para sumergirse en las cabezas de su audiencia:
- ¿Qué saben ellos sobre tu tema?
- ¿Qué ideas erróneas tienen sobre su mensaje?
- ¿Qué áreas de tu mensaje resistirán?
Al abordar esas tres preguntas durante su presentación, la audiencia sabe que las entendió y que su punto de vista le importó a medida que redactó su mensaje.
Incluir acción. Como orador, no es suficiente informar; También debe mostrarle al público cómo actuar. Responda la pregunta “¿Qué hago con esto?” para ellos.
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Cada punto que hagas en tu discurso debe tener una acción que el público pueda realizar que los acerque a la promesa de la presentación. Es aún más poderoso si la audiencia puede tomar al menos una de esas acciones durante su discurso.
Si está haciendo una presentación en las redes sociales, haga que la gente envíe un tweet. Si su presentación está en la sala, cree encuestas en línea o preguntas abiertas y solicite a su audiencia que vote o deje sus comentarios sobre la capacitación. Hablando sobre la fijación de objetivos, brinde a la audiencia la oportunidad de establecer un objetivo. ¡Acostúmbralos a tomar medidas!