¡Qué escenario de pesadilla!
La base de la sociedad humana es que la pizarra se limpia con cada generación. Si cada rencor y traición, cada secreto, cada estrategia se preservara y se transformara en acción, los seres humanos dejarían de existir en unas pocas generaciones. Nos hundiríamos bajo el peso de tanta tristeza y violencia acumuladas, o nos cansaríamos e indiferentemente crueles. Si no se olvida nada, cada conflicto se convierte en genocidio. Todos seríamos Montagues y Capuletas, Hatfields y McCoys.
La avaricia y la acumulación de riqueza transgeneracional también podrían impulsar estas superventas. Sabríamos dónde están enterrados los tesoros, así como los cuerpos.
Algunos serían víctimas de patricidio y matricidio a medida que cada generación madura lo suficiente como para juzgar a nuestros padres por decisiones pasadas. Muchas personas elegirían no tener hijos.
- Si alguna vez le da la oportunidad, ¿qué parte del cuerpo le gustaría cambiar? ¿Por qué?
- ¿Qué pasaría si de repente nos encontramos con una tonelada métrica de mercurio puro 196? ¿Lo convertiríamos en oro 197 en reactores nucleares?
- ¿Qué pasaría si la fertilización in vitro tuviera una tasa de éxito del 90%?
- ¿Cómo funcionaría un acorazado de clase Iowa contra un destructor moderno de clase Arleigh Burke, en una batalla?
- ¿Cómo sería la vida en la Tierra si los humanos pudieran sobrevivir en el agua?
Al mismo tiempo, la ciencia se aceleraría. Tener varias vidas de pensamiento acumulado traería muchos problemas difíciles al alcance de la solución. Con base en la historia, eso nos capacitaría para vivir nuestras emociones negativas en lugar de liberarnos de ellas.
Luego está el hecho de que cada ser humano tiene el conocimiento total de nuestros padres desde el nacimiento. Esta es una tasa de crecimiento exponencial, con la cantidad de conocimiento y memoria que cada individuo debe manejar duplicando en cada generación.
Los pocos que sobrevivieron a las “guerras de la memoria” cambiarían dramáticamente.
Literalmente podríamos estar paralizados por la sobrecarga de memoria. Rodado por carretillas robóticas. Adicto a las drogas supresoras de memoria para funcionar incluso en un nivel mínimo.
Hay razones por las que somos como somos. Es esencial olvidar. Para comenzar de nuevo en cada generación. Para ser libres de hacer las vidas que elegimos para nosotros mismos.
Sin esa habilidad, seríamos seres colmena, no seres humanos.