Presentar un buen discurso requiere práctica y conocimiento. Hay algunos conceptos básicos para comenzar.
Acercarse a la situación de hablar: audiencia, ocasión, propósito
Estructurando el discurso
Argumento: reclamos, razones y evidencia
Discurso oral y parto extemporáneo
Acercarse a la situación de hablar: audiencia, ocasión, propósito
La comunicación, tanto oral como escrita, siempre se dirige a una audiencia, un conjunto de oyentes o lectores a los que tiene la intención de transmitir información o tener algún efecto. Hablar en público difiere de la comunicación escrita en que la audiencia está presente, reunida para alguna ocasión. Esa ocasión tiene normas y expectativas que un hablante debe reconocer. Finalmente, un orador público tiene algún propósito, algo que está tratando de lograr o poner en marcha. El buen hablar en público siempre explica estos tres componentes.
Audiencia. Los oradores se comunican de manera diferente a diferentes audiencias. Para tomar un ejemplo simple, las personas les cuentan a sus abuelas acerca de su nuevo “ser querido” de una manera diferente de lo que le dicen a su mejor amigo. Del mismo modo, las personas hablan de los árboles de manera diferente con su maestro de biología de la escuela secundaria que con sus hermanos menores; y los oradores a menudo necesitan presentar argumentos sobre las políticas públicas de manera diferente a los republicanos que a los demócratas. Dos preguntas principales guían la adaptación de la audiencia en una situación oral: ¿quiénes son? ¿Qué cualidades sobre ellos son relevantes?
¿Quienes son? Distinguir audiencias generales de audiencias específicas es útil. Una audiencia general es cualquiera que escuche el discurso o lea el periódico. Una audiencia específica, por otro lado, es ese subconjunto de la audiencia general a quien el orador particularmente quiere alcanzar, o alcanzar de una manera diferente que el resto del grupo. En una audiencia con diferentes grados de conocimiento sobre un tema, por ejemplo, un orador puede querer presentar sus comentarios principalmente a personas que no son expertas (al mismo tiempo que no dice nada que un especialista encuentre objetable). En el aula, los estudiantes pueden estar hablando con todo el grupo pero haciendo un esfuerzo especial para abordar las expectativas del profesor.
¿Qué cualidades sobre ellos son relevantes? Las audiencias varían en valores, conocimiento, estilo de comunicación y capacidad intelectual, entre otras cualidades. Dependiendo del tema y el propósito, la efectividad podría estar influenciada por si el público es joven o viejo, rico o pobre, femenino o masculino, altamente religioso o menos creyente, graduados universitarios o deserciones de la escuela secundaria, minorías étnicas o mayorías. Además, el público lleva diferentes expectativas a una ocasión para hablar: algunos quieren estar allí, otros no; algunos quieren entretenerse, otros buscan ser informados; algunos están abiertos a ser persuadidos, mientras que es poco probable que otros cambien de opinión en el corto plazo; algunos esperan una presentación muy pulida con ayudas visuales sofisticadas, mientras que otros buscan comentarios menos formales. Todas estas expectativas ayudan a dar forma a una situación para hablar.
Ocasión . A diferencia de mucha comunicación escrita, una situación de hablar en público ocurre en un momento y lugar específicos. Con respecto al tiempo, el discurso puede verse afectado por eventos que ocurrieron recientemente (por ejemplo, las noticias de la mañana pueden estar frescas en la mente de su audiencia); a la hora del día (las clases de las 8:00 AM son diferentes a las de las 10:00 AM); y por el hecho de que viene después o antes de otros discursos. El lugar también importa: las habitaciones de diferentes tamaños marcan la diferencia para los asistentes visuales y la intimidad.
También hay una razón por la cual el discurso está sucediendo, la ocasión para la cual la audiencia se ha reunido. ¿Estás hablando en una boda o un funeral? ¿Una serie de conferencias académicas o una reunión pública de ciudadanos interesados? ¿Una tarea obligatoria para estudiantes de comunicación de primer año? Cada una de estas ocasiones tiene diferentes normas para hablar, llamando a los hablantes a operar en diferentes modos, desde formal a informal, desde ligero a pesado, humorístico a serio, conversacional a altamente practicado.
Propósito Los oradores esperan lograr propósitos generales y específicos cuando se comunican. Para la mayoría de los que hablan en la universidad y más allá, hay dos propósitos generales: informar o persuadir. La línea entre informar y persuadir no es absoluta, y muchos discursos harán algo de ambos. Sin embargo, son guías útiles para hablantes.
Cuando un orador busca informar, quiere que la audiencia abandone el discurso sabiendo más de lo que sabían de antemano. Los oradores pueden querer explicar una idea o proceso, compartir información nueva o mostrar cómo hacer algo.
Cuando un orador tiene como objetivo persuadir a una audiencia, quiere que adopte una nueva posición o creencia, que cambie de opinión o que se mueva a la acción. La persuasión llama a un orador para que defienda una posición entre otras que sea posible y esté dispuesta a defenderla contra los desafíos.
Además de un propósito general, el orador generalmente tiene una gama de objetivos más específicos para su discurso. Es posible que quieran reírse un poco, construir sobre el discurso de un compañero de clase, llegar a un grupo seleccionado de oyentes, mostrarse competentes para posibles empleadores o crear controversia. Un discurso exitoso requiere un sentido claro de propósito general y específico para guiar la selección y presentación de ideas y palabras.
Estructurando el discurso
Organizar discursos cumple dos funciones importantes. Primero, la organización ayuda a mejorar la claridad de pensamiento de manera sistemática. Segundo, la organización aumenta la probabilidad de que el discurso sea efectivo. Es poco probable que el público entienda los discursos desorganizados y aún menos probable que piensen que los oradores desorganizados son confiables o creíbles. Los discursos se organizan en tres partes principales: introducción, cuerpo y conclusión.
La introducción del discurso establece el primer contacto crucial entre el orador y la audiencia. Para la mayoría de los discursos en el aula, la introducción debe durar menos de un minuto. La introducción necesita lograr tres cosas:
Centra la atención de tu audiencia. Los oradores deben tener un “captador de atención” para interesar a la audiencia: una broma, un hecho sorprendente o una anécdota. (Las preguntas retóricas como “¿Nunca te has preguntado cómo …?” Son notoriamente ineficaces). La introducción es el lugar donde la afirmación o idea principal debe expresarse con mucha claridad para dar a la audiencia una idea del propósito del discurso. Los oradores deben orientar a la audiencia y establecer conexiones entre lo que saben o lo que ya les interesa y el tema del discurso.
Establecer buena voluntad y credibilidad. Muchas personas creen que la parte más importante de la persuasión fue el ethos, o el carácter que el orador exhibió a la audiencia. La audiencia necesita ver al orador como alguien a quien escuchar con atención y simpatía. Ethos es generado tanto por el estilo de entrega como por el contenido del discurso. Hacer contacto visual con el público y mostrar confianza en la voz y el cuerpo son dos formas importantes de establecer un espíritu. Además, si expresa ideas que son originales e inteligentes, mostrará “carácter intelectual”. El público presta atención a los hábitos de pensamiento que son interesantes y que vale la pena escuchar.
Dar una vista previa. Mencionar los puntos principales que se cubrirán en el cuerpo prepara a la audiencia para escucharlos. La repetición es un aspecto importante de hablar en público, ya que escuchar es un arte imperfecto, y los miembros de la audiencia casi siempre se desconectan en partes, a veces para pensar en partes anteriores del discurso, a veces por otras razones. La vista previa debe terminar con una transición, una breve frase o una pausa para indicar a la audiencia que el discurso se está moviendo fuera de la introducción y dentro del cuerpo.
El cuerpo sigue y está estructurado por un modo de organización, un patrón de pensamiento lógico o culturalmente específico sobre ideas, eventos, objetos y procesos. Tener un modo de organización significa agrupar material similar y vincular las partes componentes con transiciones. Las buenas transiciones muestran la relación entre partes de un discurso. Muestran la lógica del discurso. Las frases de transición comunes incluyen: además de, además, aún más, luego, después de eso, luego, como resultado, más allá de eso, en contraste, sin embargo, y por otro lado. Un tipo especial de transición se llama resumen interno, una breve reformulación del punto principal que se está completando.
En el cuerpo, cuantos menos puntos principales, mejor. Para discursos cortos en el aula, de menos de 10 minutos, los discursos no deben tener más de tres puntos principales. Para discursos más largos, más de cinco puntos principales aseguran que el público tendrá problemas para seguir y recordar el discurso. En el discurso, los puntos principales deben estar claramente establecidos y “señalizados”, marcados como distintos e importantes para la audiencia. Las transiciones a menudo sirven para señalar nuevos puntos, al igual que las pausas antes de una idea importante. Además, los oradores pueden numerar los puntos principales: primero, segundo, tercero o primero, luego, finalmente. Siempre facilite que la audiencia reconozca y siga las ideas clave.
Hay varios modos comunes de organizar la información en el cuerpo de su discurso:
La organización temporal agrupa la información según cuándo sucedió o sucederá. Los tipos de patrones temporales incluyen cronológico (en la secuencia en que ocurrió) y cronológico inverso (desde el final hasta el inicio). El orden de consulta es un modo especial de organización temporal útil para presentar algunos tipos de investigación: aquí se organiza el cuerpo de acuerdo con los procesos de desarrollo del pensamiento y la recopilación de datos, llevando a la audiencia desde la curiosidad inicial y las preguntas hasta los resultados finales.
Causa-efecto es un modo de organización relacionado, que muestra cómo un evento produce otro. El efecto de causa, como otros modos temporales, puede usarse para eventos y procesos pasados, presentes o futuros. Causa-efecto también se puede revertir, de efecto a causa.
Los patrones espaciales agrupan y organizan su discurso en función de la disposición física de sus partes. Si un discurso describe un lugar, un objeto físico o un proceso de movimiento (el centro de Mercer, una célula vegetal o la Batalla de Shiloh), los patrones espaciales pueden ser útiles.
Los diseños tópicos son apropiados cuando el tema tiene categorías claras de división. El gobierno en los Estados Unidos, por ejemplo, cae en categorías federales, estatales y locales; o en las ramas ejecutiva, legislativa y judicial; en funcionarios elegidos y nombrados. Categorías como estas pueden ayudar a dividir el tema para organizar los puntos principales.
Comparar / contrastar toma dos o más entidades y llama la atención sobre sus diferencias y / o similitudes. A veces, los oradores explican un tema difícil comparándolo con uno más fácil y accesible, por ejemplo, para explicar la fusión nuclear con las etapas del romance en la escuela secundaria. El uso de analogías a menudo ayuda a la comprensión de la audiencia.
Después de una transición desde el cuerpo del discurso, se sigue la conclusión. La conclusión debe ser algo más corta que la introducción y cumple dos propósitos: resumir las ideas principales y dar al discurso una sensación de cierre y finalización. Las buenas conclusiones pueden referirse a la introducción, ofrecer una analogía o metáfora que capture la idea principal o dejar al público con una pregunta o un desafío de algún tipo. Las citas breves también pueden llegar a conclusiones efectivas (al igual que pueden hacer aperturas efectivas para las presentaciones).
Argumento: reclamaciones, razones, pruebas
El pensamiento crítico significa ser capaz de hacer buenos argumentos. Los argumentos son afirmaciones respaldadas por razones respaldadas por evidencia. La argumentación es un proceso social de dos o más personas que discuten, se responden unas a otras, no simplemente repiten las mismas afirmaciones y razones, y modifican o defienden sus posiciones en consecuencia.
Las reclamaciones son declaraciones sobre lo que es verdadero o bueno o sobre lo que se debe hacer o creer. Las reclamaciones son potencialmente discutibles. “Una educación en artes liberales prepara mejor a los estudiantes” es un reclamo, mientras que “No me gustó el libro” no lo es. El resto del mundo realmente no puede discutir si me gustó el libro o no, pero pueden discutir sobre los beneficios de las artes liberales. “Pensé que la película era genial” no es una declaración discutible, pero “la película fue la mejor de Paul Newman”, porque las personas pueden estar en desacuerdo y ofrecer apoyo para sus diferentes opiniones.
Las razones son declaraciones de apoyo a las reclamaciones, que hacen de esas afirmaciones algo más que simples afirmaciones. Las razones son declaraciones en un argumento que pasan dos pruebas:
Las razones son respuestas al desafío hipotético de su reclamo:
· “¿Por qué dices eso?”
· “¿Qué razón puedes darme para creer eso?” Si un reclamo sobre educación en artes liberales es tan desafiado, una respuesta con una razón podría ser: “Enseña a los estudiantes a pensar de manera independiente”.
Las razones se pueden vincular a las reclamaciones con la palabra porque:
· Las artes liberales son las mejores [afirmación] porque les enseñan a los estudiantes el pensamiento independiente [razón];
· Ese fue el mejor [reclamo] de Newman porque presentaba el papel más difícil [razón];
· El calentamiento global es real [afirmación] porque la ciencia de mayor reputación apunta en esa dirección [razón].
· Todos deberían dejar de usar cinturones de seguridad [reclamo] porque salvarían vidas [razón].
Si las razones no tienen sentido en el desafío hipotético o en las pruebas ‘porque’, probablemente haya algo mal con la lógica del argumento. Sin embargo, pasar esas pruebas no garantiza que los argumentos sean sólidos y convincentes.
La evidencia sirve de apoyo por las razones ofrecidas y ayuda a las audiencias a aceptar las reclamaciones. La evidencia viene en diferentes tipos, y tiende a variar de un campo académico o tema de discusión a otro. Los argumentos científicos sobre el calentamiento global requieren diferentes tipos de evidencia que los argumentos a la hora de comer sobre las películas de Paul Newman. La evidencia responde a los desafíos a las razones dadas, y viene en cuatro tipos principales:
Las instancias específicas incluyen ejemplos, estudios de casos y narrativas. Cada uno puede ser un modo efectivo de generar apoyo por una razón o reclamo. En un discurso público, ofrecen al público una forma de ver una idea ilustrada en un caso particular. Para ser efectivos, las instancias específicas deben ser representativas de la tendencia o idea más amplia que están apoyando. Con un ejemplo como evidencia, alguien que argumenta en contra del uso del cinturón de seguridad podría decir “El año pasado mi prima estrelló su auto contra un puente y se habría ahogado si estuviera usando el cinturón de seguridad” como evidencia (la respuesta a “¿Por qué crees eso?” pregunta.) Un oponente podría cuestionar si este ejemplo fue representativo: seguramente hay muchos más accidentes automovilísticos que no terminan en el agua, por lo que esta instancia no es un indicador claro de la relativa seguridad de no usar cinturones de seguridad.
Las estadísticas incluyen números brutos (117 millones de visitantes al Salón de la Fama del Rock and Roll), promedios (‘los equipos de bolos femeninos beben en promedio dos lanzadores menos que los hombres’), probabilidades estadísticas (‘cruzar North Main durante la hora pico aumenta sus posibilidades de muerte 20% ‘) y tendencias estadísticas (‘ las solicitudes han aumentado un 40% en los últimos tres años ‘). En los discursos públicos, las estadísticas tienen la ventaja de parecer objetivas, autorizadas y objetivas, pero el público crítico querrá conocer las fuentes y los métodos para determinar su evidencia estadística.
El testimonio , o las apelaciones a la autoridad, se presentan en dos tipos principales: testigo y experto. Testigos o testimonios de primera mano son informes de personas que experimentan directamente algún fenómeno. Si un orador discute sobre los vertederos de desechos tóxicos, una cita de alguien que vive al lado de un vertedero entraría en esta categoría. El testimonio de primera mano puede ayudar a dar a la audiencia una sensación de estar allí. Los expertos también pueden confiar en la experiencia directa, pero su testimonio también está respaldado por conocimientos, métodos y capacitación más formales. Complementar la cuenta del vecino con el testimonio de un científico ambiental, que se especializa en sitios de desechos tóxicos, es un llamamiento a la experiencia. Al usar el testimonio en los argumentos, siempre debe asegurarse de que la autoridad a la que apela esté calificada para hablar sobre el tema que se está discutiendo.
Discurso oral y parto extemporáneo
La palabra hablada difiere de la escrita. Las audiencias para los discursos públicos no tienen el beneficio de poder regresar y releer oraciones. No pueden mirar una página y ver encabezados de sección o nuevas sangrías de párrafo. El público público tiene una capacidad más limitada para comprender ideas complicadas y comprender oraciones largas y lenguaje difícil o denso. Los oradores públicos tienen que compensar estos límites utilizando los principios de repetición de contenido, claridad de estructura y simplicidad del lenguaje.
Repetición. La repetición es una parte fundamental de la mayoría de los buenos discursos públicos. Un viejo adagio de hablar en público es algo así como: “diles lo que vas a decirles, diles y luego diles lo que les dijiste”. Al final de un discurso, una audiencia debería tener absolutamente ninguna pregunta sobre cuál es la idea central o el reclamo principal. Para asegurarse de que eso suceda, establezca esa idea claramente en la introducción de su discurso, ate la información y los argumentos del cuerpo de manera explícita y repita la idea nuevamente en su conclusión. Es más probable que el público pierda u olvide información importante si no la repite y la repite.
Claridad La claridad de la estructura significa que las ideas se agrupan lógicamente en categorías que el público puede comprender fácilmente. Además, al igual que las sangrías de párrafos y el subrayado alertan a los lectores sobre ideas nuevas o importantes, las transiciones y las señales ayudan a los oyentes a reconocer nuevos ‘párrafos’ y puntos clave del discurso. Las pausas breves pueden indicar a los oyentes que el hablante está a punto de decir algo importante o se está moviendo al siguiente punto principal. Frases como “lo más importante”, “afirmo que”, “el punto crucial es este”, llama la atención de tus oyentes sobre lo que les sigue y actúan como subrayado verbal.
Sencillez. La simplicidad en el lenguaje es crucial para transmitir información de manera efectiva. El discurso oral difiere del escrito en su uso del lenguaje. El discurso oral a menudo es mejor cuando usa la primera persona, “yo” y “nosotros”. Tal lenguaje le da al discurso un sentido de inmediatez y ayuda al hablante a conectarse con la audiencia. Además, los buenos discursos a menudo usan lenguaje menos formal: contracciones, fragmentos de oraciones, expresiones de jerga seleccionadas. Finalmente, el lenguaje oral debe ser menos denso y cargado de jerga que algunos tipos de lenguaje escrito, especialmente el lenguaje académico. Cuando los documentos escritos se leen en voz alta, casi nunca hacen discursos efectivos.
Si bien hay varios modos efectivos de entrega, el habla extemporánea es el más adaptable y eficiente en el tiempo. Aprenderlo también es una excelente manera de agudizar el pensamiento crítico. Los discursos extemporáneos se desarrollan a través de delinear ideas, no escribirlas palabra por palabra. Se practican con anticipación, se ensayan y se vuelven a ensayar (los discursos extemporáneos no son improvisados), utilizando un esquema de palabras clave de palabras simples y frases cortas de 3-5 palabras. El discurso no se memoriza, sino que se concentra en las ideas principales; Cada vez que un hablante practica y pronuncia el discurso, la redacción sale un poco diferente. La entrega extemporánea le da frescura al discurso, ya que no suena enlatado y demasiado ensayado. Además, esta forma flexible de entrega permite al hablante hacer ajustes a su discurso en respuesta a las señales no verbales de la audiencia, signos de confusión, disgusto, curiosidad o emoción.
La entrega extemporánea permite a los oradores hacer contacto visual con la audiencia, una de las mejores maneras de conectarse con ellos y mantenerlos involucrados en el discurso. El contacto visual es una forma importante de establecer la credibilidad de un hablante y hacer que un discurso sea convincente; cuando un orador se basa demasiado en las notas, potencialmente está perdiendo su audiencia y corre el riesgo de no estar preparado.
La comunicación verbal y no verbal es importante para hablar en público, ya que ayuda a que el discurso sea claro y convincente para la audiencia. Desarrollar una buena entrega vocal significa enfocarse en primer lugar en ser escuchado claramente: un hablante debe hablar lo suficientemente alto como para ser escuchado por todos, articular las palabras con claridad para que puedan ser entendidas y hablar lo suficientemente lento para que la audiencia pueda asimilar fácilmente las ideas. Además, evite la entrega monótona y participe lo suficiente en el discurso como para comunicar interés. La entrega corporal efectiva comienza con esta simple máxima: no distraiga a la audiencia con movimientos extraños. El ritmo nervioso, estar de pie con los brazos cruzados o los bolsillos de las manos durante largos períodos, apartarse de la audiencia y hablar en una ayuda visual, gestos no relacionados con el mensaje verbal, todo esto distrae del contenido del discurso y debe evitarse.
GRACIAS
fuente: discurso público: los fundamentos