Soy un perdedor en todos los aspectos de la vida. Como puedo cambiar?

Como mínimo, cambie su actitud, objetivos, enfoque y autoimagen. Le recomiendo encarecidamente que aproveche varios tipos de programas de superación personal y que también busque un mentor que pueda alentar, aconsejar y controlar sus esfuerzos de auto-crecimiento. La ayuda profesional suele estar disponible.

Además, debe hacer cosas como llevar un diario, anotar sus metas a corto y largo plazo, anotar sus fortalezas y debilidades, y desarrollar una estrategia para lograr lo que busca. Haga esto de manera realista y divida sus objetivos en partes pequeñas y manejables, es decir, tome “pasos pequeños” cuando sea necesario.

Y no retrocedas ni te rindas. Este esfuerzo requiere fe y determinación, porque la mayoría de las personas son criaturas de hábitos. Practica, practica y más practica. Recompénsate cuando tengas éxito en cada nivel; no te frustres cuando ciertos aspectos de tus pruebas y tribulaciones no salen como planeas. Recuerde, las personas son criaturas de hábito; y algunos viejos hábitos pueden ser difíciles de romper.

Buena suerte.

PD: es posible que deba separarse de ciertas personas en su vida que podrían interferir con sus esfuerzos. Además, es posible que incluso necesite reubicarse para sumergirse completamente en su nuevo estilo de vida.

Tome la decisión de que, en todo lo que haga, desde lo mundano hasta lo estimulante, hará lo mejor que pueda. Aristóteles nos dijo: “Eres lo que haces repetidamente. La excelencia, entonces, no es un acto sino un hábito.” Deberíamos ir incluso más lejos que Aristóteles con respecto a la palabra hábito, ya que también se puede definir en los diccionarios médicos como:

hábito hab · it (hāb’ĭt) n.

  1. Un patrón de comportamiento recurrente, a menudo inconsciente, que se adquiere mediante la repetición frecuente.

El mayor grado de comportamiento del ganador no es “inconsciente”. Es muy “consciente”, especialmente, cuando trabaja con otros en un mundo muy dinámico y cambiante. Las adicciones se consideran hábitos. Uno puede limpiarse. Entonces, no es un hábito. El comportamiento del ganador va más allá del “hábito”, siempre es “orgánico”, “de código abierto” y evoluciona (nueva palabra) “iluminado”.

En resumen, ser un ganador no es un hábito. Es un estado de “ser”. El “ser” no cambia. Por lo tanto, no es un hábito. No decimos: “Ella tiene la costumbre de decir la verdad”. La verdad no es un hábito, ya que no se supone que sea un “patrón de comportamiento que se adquiere mediante la repetición frecuente”. Volviendo a Aristóteles, entonces, “excelencia” no es un hábito, es un estado orgánico de ser