Porque Dylan nunca ha entendido por qué la gente parece no poder separarlo de su música.
Para el público en general, él es “Bob Dylan, sabio, místico, leyenda”. Para sí mismo, es solo un chico. Si ves entrevistas con Dylan, incluso los viejos de mediados de los años 60, notarás que a menudo se siente muy incómodo con las preguntas personales y también no está seguro de lo que se espera de él. Ve personas que claramente quieren algo de él, a menudo algo específico, pero no sabe qué es eso, cómo dárselo o por qué lo quiere. Él ve a personas que esperan que diga cosas profundas, y que quieren atribuir importancia a todo lo que dice, hace, escribe, canta, usa, etc., incluso si NO tiene importancia.
Cuando la gente quiere algo de ti todo el tiempo, es natural que te protejas. Cuando se espera que siempre sea visible públicamente, es natural querer su privacidad. Tiene 76 años de edad. ¿Por qué no debería hacer lo que quiere, pasar tiempo con sus hijos y nietos, meterse en su taller, ser un tipo normal si así lo desea?
Hay pocos fanáticos de Dylan más grandes que yo, pero reconozco que, aunque sus palabras y su música me han impactado, él sigue siendo un ser humano. El no es un dios.
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Los detalles de su pregunta también parecen indicar que le debe algo a sus fanáticos. Honestamente, ¿no nos ha dado lo suficiente en el transcurso de los últimos 60 años? Nos ha dado algunas de las mejores canciones jamás escritas, ¿por qué nos debe más que eso?
También en los detalles de su pregunta, el uso de la frase “las personas que lo aman” es un poco inquietante para mí, porque amarlo implica que lo conocemos . Y no lo conocemos, no el hombre. Sus hijos lo conocen (y según su hijo Jakob, él siempre ha sido un padre atento y cariñoso). Sus nietos lo conocen. Sus amigos lo conocen. Pero nosotros no. Nos encantan sus palabras, su música y cómo ha enriquecido nuestras vidas como artista, pero no somos capaces de amar a Bob Dylan, el humano, porque no lo conocemos. Y tiene que ser un sentimiento muy extraño saber que millones de personas piensan que te conocen lo suficiente como para amarte solo porque tu trabajo te pone en la mira del público.