¿Qué hace una buena anécdota para comenzar un discurso?

Una buena anécdota para comenzar un discurso es aquella que revela tu personaje y por qué la audiencia debería escucharte. Su audiencia quiere saber por qué está allí y si le importa. También quieres compartir algo que muestre que eres como tu audiencia porque las personas están más influenciadas por personas como ellos (ver R Cialdini).

Un pequeño ejemplo. El año pasado impartí un taller a los ejecutivos de la principal organización científica de Australia, CSIRO. Así que comencé compartiendo mi experiencia de ayudar a los científicos a documentar sus conjuntos de datos científicos y cómo este fue un punto de inflexión en mi carrera hacia cómo motivar a las personas a cambiar el comportamiento. En esta pequeña anécdota, transmito que sé un poco sobre el mundo de la ciencia (soy un poco como ellos) y, en segundo lugar, demuestro que he estado trabajando en el tema de la influencia durante algún tiempo.

Espero que esto ayude. Buena suerte con tu charla.

Comprender el contexto en el que se coloca una anécdota lo ayudará a reconocer mejor el propósito y el punto de estas breves historias.