¿Por qué tengo esta necesidad de complacer a todos? ¿Y cómo trato de deshacerme de él?

Como usted dice que tiene esta necesidad o necesidad de complacer a todos y hacer que les guste. Esto debería resolverse por su cuenta mediante un proceso de reflexión para deshacerse de él:

Pregúntese qué está obteniendo de todo el dinero que desperdició y el tiempo que ha pasado con esas personas inescrupulosas y completamente inútiles.

¿Van a estar contigo durante toda tu vida después de toda la inversión de tu dinero, energía y tiempo?

¿Le están dando el mismo tipo de atención y cuidado que les está dando?

¿Te acompañan en las peores fases de tu vida para compartir tus penas, animarte o hacerte sonreír?

¿No te abandonarían por la razón más simple? no importa lo amable y cariñoso que seas?

Solución simple pero efectiva:

Haga una lista de todas las personas que le agraden (sí, anótelas) y déjelas durante unas pocas semanas notables o, si es posible, meses, y aléjese de ellas. Ahora, con el transcurso del tiempo, observe ¿cambió su comportamiento y actitud hacia usted?

Si la respuesta es sí, sabes dónde estás parado.

“A veces, la mejor manera de llamar la atención de alguien es dejar de darle la tuya”

Hagas lo que hagas, hagas lo que hagamos, complacerá a algunos y desagradará a otros.

No podemos complacer a todos en todo momento. No importa cuán correctas sean nuestras acciones en nuestra opinión, habrá personas para desafiarlas. Siempre habrá personas que enfrentar, porque lo que es correcto y apropiado para nosotros puede no serlo para nuestros oponentes.

Queremos adaptarnos; queremos comprometernos; queremos hacer todo lo posible para complacer a todos y a todos, y, sin embargo, aquellos a quienes no les gustan nuestras opiniones, nuestros puntos de vista, nuestras acciones y nosotros aún pueden confrontarnos. No podemos detenerlos.
Hay momentos en que simplemente tenemos que ignorarlos. Pero, ¿qué sucede si después de ignorarlos todavía nos confrontan? ¿Qué pasa si no nos dejan solos? No podemos permitir que nos dominen, nos maten o nos impongan sus creencias. En momentos como ese, escucha tu voz interior.

Y tu voz interior siempre es audaz. Siempre es valiente.
Su mensaje es claro: enfrenta todos los desafíos de la vida con una sonrisa en tus labios.

Aportaciones de un artículo sobre The Bali Times