Es hora de desatar mi optimismo indefenso.
Renovar el sistema educativo cuando se trata de historia cultural y educación.
El mundo está lleno de todo este odio irracional y miedo a otras culturas que la gente recurre a principios engañados y equivocados para imponer su propio etnocentrismo.
Olvídese del Mes de la Historia Negra o de eventos para promover grupos étnicos minoritarios. Si es más frecuente, entonces podemos aceptarlo mejor. Todos los días deberían ser una lección de una forma u otra.
- Si un día despertaras y todas las demás personas hubieran desaparecido, ¿qué harías para sobrevivir y divertirte?
- ¿Cómo se definirían ‘meses’ y ‘años’ en un barco de generación?
- Hipotéticamente, ¿qué pasaría si uso una máquina del tiempo para transportarme a la Europa del siglo IX, con armas y tácticas 500 años por delante?
- Si a los Estados Unidos se les diera la oportunidad de tomar todas las tierras de un estado, ¿qué estado elegirían o declinarían?
- Si se encontraran organismos vivos en Marte, ¿deberíamos colonizarlo?
Las personas temen lo que no entienden. Educar a otros para que sean más receptivos y abiertos a diferentes culturas eliminaría la influencia que la religión tiene en el público.
El sistema educativo debería integrar más discusiones sobre esto. Cuanto más hablamos de esto, menos incómodo puede ser un tema, y ahí es donde comenzamos a hacer un progreso significativo.
Ahora no sé exactamente cómo funcionará esto, pero ayudaría a tener comunidades y entornos con mayor inclusión racial y étnica. Deberíamos abrazar la diversidad.
Seamos más multiculturales y menos pluralistas. La segregación conduce a la estratificación social que conduce a la separación cultural y, en última instancia, a los estereotipos.
Los niños no son criados odiando otras culturas. Son los medios, los extremistas radicales y los mártires los que lo hacen.
Quiero que esta generación haga ese cambio. Espero poder impactar mi comunidad de esa manera también.