¿Es posible lograr, en “la próxima vida”, lo que no pudo y quiso lograr en su vida actual?

¡Por supuesto! Sin embargo, recuerde que lo que el “alma” quiere lograr puede ser diferente de lo que entiende esa encarnación en particular. El alma puede querer moverse a través del miedo para liberarse de él, o trabajar en un problema de larga data.

El alma puede querer desarrollar el karma con personas particulares, o trabajar en un talento, habilidad o potencialidad específicos.

Nacemos en la vida que más se adapta a lo que el alma desea. Elegimos a nuestros padres para este fin. Hacemos acuerdos con ellos para cumplir ciertas obligaciones kármicas el uno para el otro.

Nuestras vidas entonces reciben un plan divino para este fin. Dentro de este plan todo es posible que el plan permita. Es por eso que algunas personas que tienen un gran talento pueden no encontrar el apoyo en sus vidas para ser famosas. No es una prioridad de esa vida para el alma. También debemos olvidar muchos talentos que tenemos. Cada vida debe ser considerada y atendida como es.

El alcance de nuestro libre albedrío es el siguiente: tenemos la libertad de movernos por el avión como queramos. No tenemos la libertad de cambiar su destino. Es el alma la que pilotea el avión. No hay nada malo en ti si quieres ir al Trópico y estás en camino a Alaska. Es tu vida navegando.

Cada encarnación es un pétalo de la flor del alma. No hay absolutamente nada que no podamos experimentar ya que la creación es infinita. El karma positivo es un gran contribuyente para cumplir los deseos en otra vida.

Todos los deseos se cumplen. Sin embargo, se cumplen de acuerdo con la importancia que tienen en esa vida. Y también, no solo vivimos vidas en la tercera dimensión, sino muchas dimensiones … todas igualmente reales en su esencia.

Reconozco que otros pueden estar en desacuerdo. Eso está bien, genial. Está todo bien. Todos están en su lugar perfecto. Respeto el deseo de una persona de limitar la realidad al contenido de su corazón.

No hay una próxima vida así que … ¡no!