¿Por qué es importante la proximidad en la comunicación?

Mis reglas sobre qué forma de comunicación utilizaré dependen de la naturaleza de lo que se me pide o de lo que pido.

Un intercambio rutinario de información, hechos secos, es algo para lo que utilizaré el correo electrónico, la mensajería instantánea o el texto.

Al hacer una propuesta, prefiero, como mínimo, una llamada de voz y, preferiblemente, cara a cara. No solo quiero evaluar su reacción en persona, sino que deseo que “vean” cómo me siento acerca de la propuesta. También sigo con hechos secos. De esta manera, los estoy involucrando tanto intelectual como emocionalmente, mostrando confianza y entusiasmo.

Cuando se trata de una relación existente o nueva, solo lo hará cara a cara. La postura, la expresión y toda una serie de señales físicas subliminales me dirán mucho más que las palabras que se hablan. Por supuesto, esto supone que estoy buscando activamente estas señales y no estoy pensando en lo que me gustaría escuchar.