¿Qué debo hacer si caigo en un recinto para chimpancés?

Si de alguna manera cayeras en un recinto de chimpancés, hay algunas cosas que puedes hacer para limitar la posibilidad de ser gravemente herido o muerto.

  1. Permanezca lo más tranquilo posible. Cualquier chimpancé que tenga conocimiento de un intruso en su espacio puede actuar de una manera muy impredecible. Pueden asustarse y pueden verte como una amenaza. No atraigas la atención hacia ti mismo.
  2. Actuar pasivamente. Hazte pequeño, tranquilo y no hagas contacto visual. Los chimpancés no responden bien a los desafíos.
  3. Retirada. Aunque los chimpancés son más cortos y livianos que un adulto promedio, debido a la estructura de sus músculos, son significativamente más fuertes que los humanos. Cuánto más fuerte es un tema de debate, pero ciertamente más fuerte que la mayoría de los humanos adultos. También tienen dientes grandes y afilados, y cuando tienen un altercado físico puede ser aterrador y violento. Los ojos, la cara, la ingle, los dedos y las manos ocupan un lugar destacado en la lista de objetivos para un chimpancé agresivo. Hay buenas noticias. Debido a su densidad muscular, los chimpancés no pueden nadar. Se hundirán y se ahogarán, y debido a esto, evitarán entrar al agua. Si hay una fuente de agua en el recinto, métase y pise el agua. Si no, retírese a un borde del recinto lo más alejado posible de los chimpancés. Mantente pequeño y protege tus áreas vulnerables.

Espere el rescate y espere que usted y los chimpancés vivan esta experiencia.

No te acerques a esa posibilidad.

Pero por si acaso, sé muy humilde. Debes comunicar que no eres una amenaza para ellos. No los mires a los ojos. Intenta no mirarlos. Puede ser mejor quedarse muy quieto hasta que un guardián los meta adentro y los rescate.

Algunas tácticas que las personas usan si se encuentran cerca de ellos en la naturaleza es actuar sumisamente, no interesarse en ellas. Siéntate encorvado y recoge una hoja y finge comerla.

Si se te acerca un chimpancé curioso, mantente pequeño. Mira abajo . Extienda lentamente un puño suelto: la parte superior de su mano como un gesto de apaciguamiento. Quédate tranquilo.