Parece que funciona mejor tener un nivel saludable de autoestima (prefiero ese término a “narcisismo saludable”).
La autoestima saludable es el camino equilibrado y medio; es como “Estoy bien, y ustedes están bien, somos iguales, somos hermanos”.
Los problemas ocurren cuando en un extremo del espectro hay demasiada autoestima, y en el otro extremo, muy poca autoestima.
Demasiada autoestima es narcisismo; es como “Soy superior a todos los demás, y otras personas deberían reconocer mi superioridad y clamar por adorarme y servirme”.
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Muy poca autoestima es un “complejo de inferioridad”; es como “Todos los demás son mejores que yo, no soy bueno, tengo suerte de que alguien tolere tenerme cerca”.
Por lo tanto, lucha por una autoestima saludable si sientes que estás algo del lado narcisista.
Intenta desarrollar empatía por los demás: la capacidad de sentir sus sentimientos con ellos, como si estos sentimientos fueran tuyos.
Trate de encontrar cosas para admirar genuinamente en otras personas: una habilidad que puedan tener o una cualidad positiva de su carácter.
Todos los días haga una cosa genuinamente amable y desinteresada por otra persona sin esperar que sea reconocida o recompensada, aparte de hacer feliz a esa persona.
Esas conductas deberían ayudarlo a alcanzar una forma más equilibrada y más dirigida de ver sus interacciones con otras personas y sus relaciones con los demás.