Un cohete zumba por tu cabeza. A través del humo que se condensa, ves a dos personas encogidas, a manos de un terrorista: la Reina y tu hijo.
Avanzas, prometiendo cumplir la promesa que hiciste al unirte al ejército: servir a la Reina y al país. Cuando su rifle se ladea, uno de los terroristas escucha y apunta su pistola a la Reina. Estás de suerte. Tienes tiempo para matarlo, pero él saca otra pistola y se la entrena a tu hijo.
Blam! Blam!
Ahora te enfrentas a una decisión horrible. Puedes salvar a la Reina oa tu hijo, pero no a ambos. Ambos están cerca de la muerte, y su sangre pone el suelo rojo.
- Si el ejército pakistaní te secuestró y te pidió que no respetaras a Bharat Mata o de lo contrario te matarán, ¿qué harás?
- Adultos, si se les da la opción, ¿volverían a tener 3 años? Simplemente revives tu infancia nuevamente, sin la experiencia que tienes ahora.
- Si mi abuela materna no hubiera emigrado de los Estados Unidos, ¿sería estadounidense?
- ¿Y si la tierra fuera del tamaño de Júpiter? ¿Habría florecido la vida y qué cambios evolutivos habrían ocurrido como resultado?
- Te encontraste juntando las manos en la mesa para rezar, pero no eres religioso. ¿Qué haces?
Decides ir por la reina. Le disparas al terrorista y recoges a la Reina, alzándola sobre tus hombros. La llevas, a través de alambre de púas y cráteres de concha, al helicóptero cercano.
Apenas puede hablar, pero se las arregla para pronunciar una oración:
“Hola, soy el doble de la reina. Gracias por salvar mi vida.”