Hablemos nuevamente sobre los peligros de fumar, porque incluso si uno fuma un cigarrillo le hace mucho más daño de lo que podría pensar. Por ejemplo:
- Con la primera bocanada, el humo pasa por la boca y deja una fina película marrón en los dientes. Los gases tóxicos, como el amoníaco y el formaldehído, provocan el pánico en el sistema inmunitario y provocan inflamación en todo el cuerpo.
- Luego, a medida que el humo del cigarrillo ingresa a la tráquea, ralentiza temporalmente los cilios, los diminutos pelos barredores que trabajan para limpiar el sistema respiratorio de moco y partículas invasivas.
- Con la primera bocanada de un cigarrillo, también inhala nicotina, que ingresa de inmediato en el torrente sanguíneo a través de millones de pequeños capilares en los pulmones. A medida que la nicotina llega a las glándulas suprarrenales, su cuerpo recibe una sacudida de energía que aumenta la presión arterial y la frecuencia cardíaca. Dado que su corazón no puede relajarse por completo entre latidos, acaba de ponerse en mayor riesgo de sufrir un derrame cerebral.
- Otro aspecto negativo: el monóxido de carbono, el químico tóxico en el escape del automóvil, comienza a acumularse en la sangre. Eso dificulta que su cuerpo transporte oxígeno a sus órganos vitales. Al mismo tiempo, la sangre transporta la nicotina a su cerebro, donde las células nerviosas liberan una ola de la hormona dopamina para sentirse bien. Todo lo que pasa dentro de los primeros 10 segundos.
- ¿Todavía no está convencido de que un solo cigarrillo pueda doler? Obtenga esto: unas 4.000 sustancias químicas y toxinas seguirán atacando su cuerpo durante hasta 8 horas después de su última inhalación, y una mancha de alquitrán marrón pegajoso quedará en sus pulmones para siempre. Peor aún, a medida que sus niveles de dopamina vuelven a la normalidad después de fumar, su cuerpo anhelará otro alto nivel de nicotina, incluso si no lo sabe. Si te rindes, estarás enganchado mentalmente, y así es como fumar se convierte en una adicción.
En pocas palabras: los expertos dicen que la nicotina en los cigarrillos es tan adictiva como la heroína, incluso si solo fuma.