¿Por qué me avergüenzo cuando bailo delante de mucha gente?

Probablemente porque no estás acostumbrado a actuar.

Casi todos los jóvenes o adultos tienen esta reacción inicialmente ante cualquier tipo de actuación pública (hablar, bailar, actuar, etc.). Hay un componente psicológico profundo que se ha introducido en nosotros durante nuestra educación y que nos causa vergüenza al “actuar de manera extraña o llamar la atención sobre nosotros mismos”. Notarás que los bebés y los niños pequeños no tienen esta inhibición, simplemente lo hacen y no les importa.

Un truco que algunos de nosotros usamos es ponernos otra persona para la actuación (en este caso, una persona que ama bailar para los demás) de esa manera “actuamos” como si no nos avergonzáramos, y luego (si lo hacemos lo suficiente) esa “piel” que ponemos se vuelve tan natural que ni siquiera nos damos cuenta. Pero la verdad es que muchos actores u oradores públicos, por ejemplo, nunca superan por completo el miedo escénico, incluso los grandes. Simplemente canalizan la adrenalina y las emociones negativas en la actuación. Quizás eso también funcione con el baile, si realmente empujas más y más en la dirección que te asusta, la energía que estás ejerciendo supera la capacidad de avergonzarte.

Para ser creativos (y bailar es expresión creativa) tenemos que darnos la libertad de fracasar como lo hace un niño porque no saben nada mejor. Por lo tanto, mi consejo sería seguir adelante; tal vez comience con solo unos pocos amigos de confianza que lo apoyen y luego aumente.

La autoconciencia puede ser la razón. La falta de confianza y convicción en lo que estás bailando puede ser otra razón. La timidez, la inseguridad en lo que estás bailando o la sensación de hipócrita sobre lo que se supone que estás expresando pueden ser otras razones. La falta de habilidades técnicas también crea inseguridad mientras se baila. A medida que uno mejora, la confianza aumenta.