Si puedo cambiar mi estado de ánimo para los más optimistas, ¿por qué no?

En resumen, ego.

El ego es la imagen que creamos para nosotros mismos en nuestra cabeza. La persona que creemos que somos. Las cosas que experimentamos al crecer, las personas que admiramos y las cualidades que nos gustan en ellas, etc. Recopilamos estas ideas y las juntamos para construirnos algo con lo que identificarnos. Ego, “esto es lo que soy”. Realmente es solo una historia que te has inventado a lo largo de los años. La mayor parte de tu ego ni siquiera fue inventado por ti, gran parte vendrá de la cultura en la que creciste, por ejemplo, o de la forma en que otros te trataron de niño. Todo es condicionante.

La mayoría de las personas en estos días viven casi por completo a través del ego, actuando de acuerdo con quien su ego les dice que son. Te sorprendería la frecuencia con la que esto va en contra de los mejores intereses del individuo.

La historia de algunas personas podría ser que son personas muy seguras que pueden manipular cualquier situación para salirse con la suya, y eso es lo que deben hacer para lograr el éxito. Su ego les dirá que tienen razón en hacerlo. El ego de algunas personas podría decir que son débiles y victimizadas, que las personas siempre se aprovechan de ellas y que nada es justo. Ambos son peligrosos, pero ¿ves cómo nuestro condicionamiento afecta la forma en que interpretamos e interactuamos con la realidad? ¿Cómo puede definir nuestro comportamiento y nuestra perspectiva de la vida?

Entonces, para responder a tu pregunta, porque ese no es quien piensas que eres. Está en conflicto con tu ego y mientras tu ego está en control, casi siempre ganará a pesar de tus mejores intenciones. La verdad es que puedes ser lo que quieras, puedes ser optimista si lo deseas, pero tu ego luchará con uñas y dientes para tratar de preservarse.

Lo que debes hacer si quieres ser más optimista es identificar tu ego y no permitir que te controle. Entonces puedes tomar el control de tu vida y las dolorosas experiencias que te infliges pueden detenerse.

La meditación es la clave.