¿Qué pasa si tu pareja fue violada? ¿Todavía lo amarás? ¿O lo dejarás sin ningún apoyo?

Desearía poder escribir esta respuesta sin ser anónimo, pero mis amigos conectarán los puntos y averiguarán de quién estoy hablando.

Mi novia y yo trabajamos en la misma oficina. Antes de comenzar a salir, fue violada por otro colega, alguien con quien trabajé en mi equipo. Ella no me dijo que fue violada por ese tipo hasta los 6 meses de nuestra relación, no tuvo la fuerza para hablar sobre algo que la humilló y la lastimó tanto que tuvo ganas de suicidarse.

Mira, mi novia confiaba en ese tipo. Ella pensó que él era inteligente, servicial y maduro. La invitó a su casa y ella aceptó ingenuamente, sin tener mucha experiencia en cómo tratar con gente nueva, ya que había estado viviendo una vida protegida con sus padres hasta la edad de 21 años. La obligó a emborracharse, se fue su ropa, la golpeó tanto que tuvo moretones en los brazos durante un mes y luego la violó. Y luego, al día siguiente, llega a la oficina y le habla con una voz dulce y cariñosa como si nada hubiera pasado.

Ahora dime algo. ¿Cuál fue su error, aparte de confiar en un chico que decidió abusar de su confianza? ¿Es correcto llamarlo un error? ¿Ya no se les permite a las chicas salir por las noches porque los imbéciles como este colega mío no les dan más respeto a las mujeres que un papel de seda para ser usado y tirado? ¿Es correcto culpar a la víctima, cuando la víctima ya no tiene la fuerza para enfrentar a la sociedad porque todos la avergonzarán a ella en lugar de al violador cuando salgan a la luz los detalles?

Apoyé a mi novia en todo momento. La amaba como el infierno y sentía mucho dolor por lo que estaba pasando. Y mi sangre hirvió al pensar en cómo alguien abusó de la mujer que amaba. Ni siquiera consideré dejarla. Yo hice lo contrario. Le di mi fuerza, mi aliento. Le dije que incluso si toda la sociedad y su propia familia se volvieran contra ella por no tomar precauciones, yo sería su escudo. Pelearía con todos los gilipollas que se atrevieran a insinuar que ella tenía la culpa de lo que le sucedió. Le ayudé a comprender que no debía culparse a sí misma, y ​​que debía ser confiada y abierta. Fue un proceso que tomó meses.

Ella está bien ahora, y feliz. Tal vez ella lo piensa de vez en cuando, pero no lo muestra. Ciertamente lo pienso. Sueño con el día en que pueda vencer a ese imbécil en una pulpa con un bate de uñas.