Tengo miedo de los terapeutas, pero creo que soy anoréxica. ¿Qué debo hacer?

Me pregunto qué es lo que te da tanto miedo de hablar con alguien sobre tus preocupaciones. Hay algunos grandes terapeutas por ahí, y como todos los profesionales en la Tierra, hay algunos que no son tan buenos. La única forma de averiguar quién es bueno para USTED o no es ponerse en contacto con uno. La mayoría de nosotros ofrecemos una “sesión de descubrimiento” gratis, donde puede hacer preguntas y ver lo que el terapeuta le responde y luego juzgar CÓMO SE SIENTE con ellos. Al igual que los cuentos de hadas, es posible que tengas que besar algunas ranas antes de encontrar a tu príncipe o princesa. Una relación con un terapeuta que probablemente sea de ayuda para usted siempre está marcada por la CONFIANZA. Te sentirás lo suficientemente cómodo como para hablar de cosas incómodas con una buena, y si no son buenas para ti, entonces todo se sentirá riesgoso. Ofrezco una sesión de descubrimiento: puede ponerse en contacto conmigo y podemos conversar con Skype o FaceTime. Funciona muy bien: tengo muchos, muchos ex clientes que nunca he conocido cara a cara, excepto por enlace de video.

Una palabra sobre los “trastornos” de la alimentación. Hay muchas cosas que pueden desanimarte la comida. A veces, los ataques de pánico pueden provocar náuseas, y esto puede estar asociado con la comida. Los ataques de pánico y los episodios de ansiedad debilitantes pueden llevarlo a evitar todo tipo de cosas, y la evitación se convierte en el problema. Los síntomas relacionados con los alimentos casi nunca se relacionan con los alimentos, sino con los problemas de la vida. La comida puede convertirse en el foco y oscurecer los problemas reales. A veces, un “diagnóstico” de un “trastorno alimentario” se convierte en una insignia definitoria y enmascara las causas reales.

Como digo, hay muchos grandes terapeutas por ahí, pruebe algunos. Y siéntase libre de probarme también (puede enviarme un mensaje): sabrá si no quiere volver a verme, y eso estará bien, y habrá practicado una conversación con un terapeuta a pesar de su miedo a ellos y, con toda probabilidad, tenga más confianza para probar algunos más.

Puede que te sientas mejor por eso. Bien hecho por llegar.