La guerra se desata independientemente
Kamino no era el único centro de clonación de la República, había muchos dispersos por toda la Galaxia. Esta siempre fue la intención de Palpatine, Kamino nunca podría producir solo la cantidad de clones necesarios para combatir a los ejércitos droides de los Separatistas.
Después de tres años de guerra constante, el Gran Ejército se estaba agotando. Palpatine se embarcó en una nueva serie de centros de desarrollo de clonación, estableciendo uno en la luna de Centax-2 de Coruscant. Hubo dos diferencias principales entre los clones de Centax y los Kaminos: el uso de la tecnología de clonación Spaarti y el uso de científicos arkanianos. Los arkanianos fueron traídos después de que Palpatine y el primer ministro de Kamino, Lama Su, tuvieron una pelea y el uso de la tecnología de clonación Spaarti permitió el crecimiento de un clon completo en un año, en comparación con los diez que necesitaban los kaminoanos.
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El método kaminoano, si bien era superior en su calidad de genética y entrenamiento de combate, era demasiado lento y costoso para ser utilizado a largo plazo. El método Spaarti permitió un período de creación de clones más barato y más rápido, los clones salieron de sus tubos dentro de un año. Aunque obviamente eran de menor calidad que los clones kaminoanos, fueron suficientes para hacer el trabajo.
El breve período de crecimiento fue seguido por un programa de aprendizaje rápido que aceleró el entrenamiento de combate de los clones y les dio los conceptos básicos de educación y combate. Estos clones eran menos independientes y más esclavos que sus homólogos kaminoanos.
De todos modos, si Kamino y Tipoca City cayeran, todo lo que Palpatine tendría que hacer es expandir el programa secreto de Centax a otras lunas. Los clones producidos, aunque inferiores a los kaminoanos, eran de suficiente calidad y cantidad que mantuvieron el terreno durante la Batalla de Coruscant contra las fuerzas combinadas del General Grievous y el Conde Dooku. Las Guerras Clon continuarían enfurecidas si Kamino cayera, Palpatine tenía los recursos para asegurarlo y el Gran Plan casi con seguridad podría adaptarse. Esto no era un problema para Palpatine, que estaba tirando de todos los hilos, solo los comandantes de la República estaban preocupados por la caída de Kamino.