Pueden suceder varias cosas:
1. La noticia de su jactancia podría filtrarse de vuelta al FBI (Oficina Federal de Investigación), cuyo ámbito es investigar crímenes internacionales. Si encuentran que sus declaraciones son creíbles, podrían determinar si deben establecer una picadura para ver si pueden hacer que repita sus declaraciones tontas (malas). O podrían ver si el gobierno extranjero quería extraditarte para ser juzgado por el asesinato (mucho peor).
2. Las personas que conocen o conocieron a la víctima pueden escuchar sus alardes. Si son personas que tienen problemas limitados para violar la ley, podrían visitarlo. Si son miembros de un gran sindicato criminal, podría ser una visita muy desagradable para usted.
3. Si sus presas siguen siendo locales, puede hacer que las agencias de policía locales lo investiguen como parte de asesinatos o desapariciones locales. Si tuvo o no alguna participación en esos actos puede ser irrelevante porque puede haber conocido involuntariamente a la víctima, o la evidencia circunstancial puede vincularlo con el delito. Luego tendrá que gastar decenas de miles de dólares tratando de limpiar su nombre o anular un veredicto del jurado que lo declare culpable de un delito que no cometió.
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Si no tiene el dinero para contratar a un abogado, entonces es probable que se dirija a la prisión, ya que pocos defensores públicos tendrán el tiempo o el talento para defenderse lo suficientemente bien como para evitar el encarcelamiento. Te habrás metido en la cárcel por un crimen que no cometiste.
Entonces … en resumen, nunca es una buena idea alardear de actos criminales, ya sea que realmente los haya cometido o no.