Tres razones que se me ocurren son:
- Recientemente te registraste en algo en lo que les diste (cualquiera que sea “ellos”) tu dirección de correo electrónico. “Ellos”, a su vez, vendieron su dirección de correo electrónico a uno o más anunciantes de spam, que ahora están llenando su bandeja de entrada con su molesta “recompensa”.
- Alguien a quien le envió un correo electrónico desde la dirección en cuestión tuvo su cuenta comprometida y su información de contacto fue vendida a anunciantes de spam o fue comprometida por anunciantes de spam. De cualquier manera, recibieron su dirección de correo electrónico y comenzaron a dispararle “Carne artificial especialmente procesada”.
- Un sitio web al que visitó descargó una cookie (o algún tipo de archivo similar) en sus archivos temporales de Internet que no solo registraron a qué sitios web visitó, sino que también registraron su dirección de correo electrónico y entregaron esa información a los administradores del sitio … que luego vendieron a los anunciantes de spam o son anunciantes de spam.