El buen canto es principalmente una habilidad. Tienes que adquirir ciertos hábitos de respiración y uso de la garganta y la boca, pero no requiere mucha fuerza muscular. Por el contrario, gran parte de la técnica consiste en relajar los músculos de la garganta, la lengua y la mandíbula que instintivamente quieren tensarse, pero solo disminuyen el sonido cuando lo hacen. Entonces, si no puedes cantar durante un período, será más como andar en bicicleta que correr un maratón.
Una excepción es el falsete masculino, que requiere que ciertos músculos cerca de las cuerdas vocales sean fuertes y mejoren con la práctica regular. Además, algunas técnicas de ópera como las notas rápidas y separadas en coloratura requieren fuerza abdominal porque estás usando el diafragma y los músculos abdominales para comenzar y detener el aire para aliviar la tensión y el desgaste de las cuerdas vocales.