Trato de empoderar a las mujeres donde quiera que vaya siendo un ejemplo. Aplaudo las decisiones, comentarios y comportamientos que contribuyen al empoderamiento de todas las mujeres. Cuestiono o señalo las decisiones, los comportamientos y el discurso que deshabilita a las mujeres (también a los hombres. Odio cuando a los hombres no se les permite ser sensibles). Tiendo a decir cosas, incluso cuando eso no es bienvenido. Me ha hecho impopular, pero a las personas empoderadas no les importa ser populares, nos importa hacer una diferencia, lograr nuestros objetivos, mantener la integridad frente a los desafíos.
Ayudar a los hombres con autoridad a aprender estas habilidades es muy complicado.
La forma más efectiva de lograrlo (la única forma que sé, en realidad) es a través de otro hombre ‘iluminado’, entendido de lo que se necesita y lo que debe cambiar. Ese hombre debe comenzar una campaña encubierta para educar a los otros hombres. Debe alistar, uno por uno, más hombres a su lado, hasta que el lado pro mujer tenga más peso o masa que el lado que odia, teme, ignora o excluye a la mujer.
RR.HH. también podría exigir un ‘entrenamiento de sensibilidad’ como parte de su incorporación, junto a su política de ‘citas de la compañía’. Esto permite que los hombres sean conscientes de lo que se espera, pero el enfoque de arriba hacia abajo no cambia el comportamiento. Simplemente hace que los hombres sean conscientes de que puede haber represalias por los ejemplos más atroces de comportamiento ignorante.
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Idealmente, ambos se ponen en movimiento al mismo tiempo, algunos esposos iluminados en la sala de juntas y recursos humanos para empezar. Y luego, evangelistas itinerantes, como tú, caminando, hablando y hablando.
¡Buena suerte con eso, es una causa digna!