Es una sensación familiar: mariposas en el estómago, palmas sudorosas, ritmo cardíaco acelerado. Aunque cada persona es diferente, estos síntomas son los más comunes cuando se trata del miedo a hablar en público.
Hablar en público es la mayor fobia en Estados Unidos: se estima que el 25 por ciento de las personas tiemblan ante la idea de hablar frente a una multitud. El miedo a hablar en público supera las alturas, los insectos, los ahogamientos, la sangre, los espacios reducidos y los vuelos en ese orden. Los investigadores piensan que esto tiene que ver con la evolución de los humanos como animales sociales temerosos de la marginación.
La humanidad ha evolucionado, claro, pero nuestras ansiedades, como siempre, van a la zaga. Es una pena porque hablar en público es una habilidad importante, y muchos dicen que es esencial cuando se trata de liderazgo. Como CEO, he desarrollado mis habilidades para hablar en público a lo largo de los años, ¿y adivina qué? Todavía tengo nervios.
Siempre es frustrante pensar que tu mente y tu cuerpo conspiran para hacerte tropezar. Es posible que los nervios nunca se disipen por completo, pero hay formas de trascenderlos y proceder con confianza. ¡Escribí sobre las siete maneras de superar tus nervios de hablar en público en mi blog! ¡Compruébalo AQUÍ!
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