¡Es natural pensar así, especialmente cuando parece que ninguna solución funciona en la vida! Como tú, incluso yo he visto esos días, excluido de cualquier tipo de felicidad, solo frustración y nada más. También tuve ganas de huir de mi casa, dejando a mis padres, mi escuela, mis amigos, todos. La negatividad de esa época me hizo pensar solo en los aspectos negativos de ser un adolescente. Pero, lo que nos perdemos es la juventud, la energía, la adaptabilidad, la agilidad que tenemos cuando somos jóvenes. Podemos canalizar estas frustraciones muy fácilmente en otros medios como el deporte o cualquier competencia. Mi punto es: escuchar menos, reaccionar menos. Haga un viaje (¡pero no huya de los tipos!), Haga amigos, ayude a los necesitados, encuentre su verdadero propósito de existencia, bla, bla, bla …
Cuando termines, regresa y comienza a trabajar en tu pasión. ¡Olvide todo el episodio como un mal sueño, hágase un éxito y luego ayude a alguien en Qoura!