Su pregunta se reduce a esto: “¿qué aprendiste de la vida?”
Y puede sonar absurdo, pero honestamente creo que la vida es un proceso completo de desaprendizaje en lugar de aprender. Un proceso de reencuentro con nuestro verdadero ser y sabiduría que de alguna manera perdimos en nuestro camino hacia la edad adulta.
Puedo mencionar algunos que tendría o no tendría:
- No pasaría tanto tiempo culpando o idealizando el pasado y preocupándome por el futuro. Viviría en el momento presente y agradecería la tierna ligereza de “aquí y saber” que a menudo sacrificamos mientras estamos ocupados quejándonos o planificando.
- Sería menos crítico conmigo mismo y con los demás. El sufrimiento es autoinfligido y el juicio es su combustible. La apertura, la curiosidad y la aceptación de las diferencias y los cambios son nuestro estado natural y la clave de la felicidad.
- No me preocuparía tanto por lo que otros piensen. Si todos están contentos contigo, entonces están mintiendo o tú lo estás.
- Pondría menos energía en buscar el amor y más en derribar las barreras contra él.
La lista es interminable.
- ¿Qué ciudadano de un país será un bebé si nace en el espacio?
- ¿Qué pasa si un átomo de hierro que se encuentra en un misil fue disparado al sol?
- ¿Qué pasará si JARVIS conoce a Siri?
- ¿Cuáles son algunas de las cosas buenas que podemos lograr si el mundo se convierte en una nación, una religión?
- ¿Sería el mundo un lugar diferente si Santa fuera real?
Pero al final todo se reduce a esto: todo lo que necesitamos para ser felices siempre ha estado dentro de nosotros. Los niños son felices porque inconscientemente aplican de su propia manera mágica todo lo anterior.
Luego viene el proceso de aprendizaje y educación tal como lo concibe la sociedad en la que vivimos y APRENDEMOS muchas cosas, pero de alguna manera olvidamos cómo vivir y ser felices.
Así que creo que nuestro propósito en la vida es desaprender.
Revisa lo que sea necesario para recuperar nuestra sabiduría e inteligencia iniciales, atraviesa patrones destructivos y neurosis y vuelve a ser nuestro verdadero ser.
La única diferencia es que ahora es consciente.