¡Sin valor!
No es difícil resumirlo en una sola palabra. La palabra asesina es ” inútil “. Es el mensaje detrás de todo racismo y genocidio. Es lo que nos permite mirar a alguien y negarnos a reconocer su humanidad. Nos da la justificación que necesitamos para lanzar la soga de la cuerda de linchamiento alrededor del cuello de otro ser humano. Es el juicio del inquisidor sobre un hereje, quemarlos en cenizas. Es cómo podemos mirar a nuestros enemigos a los ojos y apretar el gatillo. Es cómo podemos tratar a otro ser humano como nada más que basura.
Y sentirnos sin valor, nos agota la voluntad de vivir. Es la esencia de la desesperación. Es la sentencia de muerte del juicio propio. Es el último pensamiento que alguien tiene antes de suicidarse.
Lo más importante, ¡ es una mentira! Nadie es inútil. Incluso pensar esta palabra de otro ser humano o de ti mismo es arriesgar la condenación eterna. Es lo que se advierte en las palabras: “No juzguéis, para que no seáis juzgados”. Tómate esto muy en serio. ¡Este mundo realmente puede matar y no hay un “si” al respecto!
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