Científicamente, si no hubiera Luna:
1. Noches oscuras: las noches serían mucho, mucho más oscuras. El siguiente objeto más brillante en el cielo nocturno es Venus. Pero aún así no sería suficiente para iluminar el cielo. Una luna llena es casi dos mil veces más brillante que Venus en su máxima expresión.
2. Día más corto: sin la luna, un día en la tierra solo duraría entre seis y doce horas. ¡Podría haber más de mil días en un año! Esto se debe a que la rotación de la Tierra se ralentiza con el tiempo gracias a la fuerza gravitacional, o al tirón de la luna, y sin ella, los días pasarían en un abrir y cerrar de ojos.
3. Giro más rápido: la Tierra girará más rápido. Cuanto más rápido gira un planeta, más rápido soplan sus vientos. Vemos los efectos de la rotación extrema al observar a Júpiter, que gira cada 10 horas.
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Los días terrenales también serán de solo 6 a 12 horas, un giro más rápido puede conducir a vientos más rápidos como ese en Júpiter. Es solo una suposición.
4. Mareas: una tierra sin luna también cambiaría el tamaño de las mareas oceánicas, haciéndolas aproximadamente un tercio más altas que ahora.
La luna tiene un papel importante en las mareas.
5. Eclipses: Olvídate de ver eclipses lunares, o eclipses solares, sin la luna, no habría nada para bloquear el sol.
6. Eje de la Tierra: Sin una luna, la inclinación del eje de nuestra Tierra variaría con el tiempo. Esto podría crear un clima muy salvaje. En este momento, gracias a nuestra luna, nuestro eje permanece inclinado a veintitrés punto cinco grados. Pero sin la luna, la tierra podría inclinarse demasiado o apenas inclinarse, lo que llevaría a que no haya estaciones o incluso estaciones extremas.
7. Evolución biológica: tanto los vientos más fuertes como los días más cortos en Solon tendrían efectos importantes en la evolución. Los vientos mediarían contra las formas de vida altas que no están estabilizadas por su peso, cuerpos anchos o raíces profundas. Las palmeras son un buen ejemplo de una forma de vida poco probable en Solon: estos árboles tienen sistemas de raíces poco profundos y son fácilmente derribados por fuertes vientos.
La vida en los árboles tendría un momento más difícil en Solon, ya que los árboles altos allí se balancearían más de lo que lo hacen en la Tierra. Esto no significa necesariamente que no habría criaturas parecidas a simios. Más bien, significa que tales criaturas tendrían que responder aún más a su entorno que las criaturas arbóreas en la Tierra. Esto podría conducir a cerebros aún más complejos en los habitantes de los árboles de Solón y, tal vez, a diferentes capacidades mentales.
Trate de imaginar cómo sería la vida cotidiana con solo tres o cuatro horas de luz solar cada día. Por un lado, las formas de vida evolucionarían relojes biológicos con ciclos diferentes a los de la Tierra. Muchas actividades de las formas de vida terrestres están reguladas por relojes biológicos internos: la vigilia, el sueño, el hambre y el apareamiento dependen de los ritmos circadianos. Los estudios han demostrado que los relojes biológicos en la mayoría de las criaturas no se ciclan exactamente en 24 horas. Por ejemplo, el ritmo circadiano humano dominante tiene un ciclo de 25 horas. Afortunadamente, el amanecer restablece, o arrastra, los relojes que no duran exactamente 24 horas. Pero el arrastre solo puede ocurrir si un reloj biológico se encuentra dentro de las tres horas del ciclo día-noche. En Solón, con su día de ocho horas, los animales que poseen relojes biológicos parecidos a la Tierra se perderían rápidamente la sincronización. Estarían durmiendo cuando deberían estar despiertos, cazando cuando deberían estar apareándose, y así sucesivamente. Se volverían vulnerables al ataque de depredadores mejor ajustados.
La esperanza es la respuesta de la pregunta.
