No sé lo que quiero hacer, pero no es lo que estoy haciendo. ¿Cómo puedo salir de aquí?

Esto es realmente una cosa muy común en muchas vidas. Sientes que no perteneces y que hay otro lugar para ti, pero no sabes dónde …

Eso podría ser porque te estás alejando de tu destino. Ahora recuerde, el destino y el destino son dos cosas diferentes y solo usted puede llegar a su propio destino, los demás solo pueden ayudarlo o dar algunas pistas.

Recuerde, el camino a la vida nunca es fácil. Es como una rueda giratoria: primero sube y luego baja.

Siempre confíe en sus primeros instintos intestinales porque generalmente son correctos. Escucha, solo puedo darte consejos para ayudarte a alcanzar tus objetivos, no puedo decidir tu vida o darte un camino de acceso directo. Solo tú puedes encontrar tu propio camino. Realmente no puedo decirte en qué debes convertirte. Los resultados que obtienes son lo que has sembrado.

Luego, si te arrepientes de algo, siempre puedes volver a intentarlo si eres joven. La juventud es cuando nos desarrollamos y prosperamos. Las personas que somos ahora son lo que hemos hecho. Pero si REALMENTE ha tomado decisiones lamentables e inevitables, solo asegúrese de que otros no cometan los mismos errores. Deja que otros aprendan de ti.

La oración es la clave para resolver todos los problemas. Ahora, si tienes dudas, pregúntale a Dios. Por lo general, encontrará su camino, no importa cuán tarde. Dios siempre da las respuestas en el mejor momento. La mayor mentira de este mundo es que cuando no tenemos otra opción, el destino se hace cargo.

Hay que hacer grandes sacrificios para alcanzar la felicidad. Uno hace un camino sacrificando su felicidad por los demás; y al final la gente encontrará felicidad por sí misma.

Intenta tomar riesgos sin importar a dónde te lleven. Si termina en un pozo poco profundo, intente presionar el botón de reinicio e intente una ruta diferente. No importa cuánto tiempo, todavía hay un millón de posibilidades de tener éxito.