Respondí esto en otra publicación, pero corresponde.
No lo superarás.
Nunca.
Parte de nuestra sociedad nos ha hecho un daño extremo al decirnos que DEBEMOS superarlo, que “el tiempo curará todas las heridas”.
- Tuve dos DUI eliminados hace 14 años. ¿Por qué todavía están en mi registro del DMV?
- ¿Por qué me castigan porque estoy vivo? ¿Debería suicidarme?
- Mi empresa está teniendo un despido masivo, ¿pueden exigirme que firme un contrato que infringe mis derechos?
- ¿Eres adicto a Quora?
- ¿Existe algo llamado ‘gen dominat o ADN’?
No, no lo hará; lo mejor que harás es tratar de aprender a vivir con la herida en tu alma que nunca jamás sanará.
Sin embargo, hay algo que puede hacer para acelerar el proceso de afrontamiento; simplemente, concéntrate en la alegría y la felicidad que te trajo tu perro.
Pasa tiempo recordando caminatas en los parques y persiguiendo hojas y ladrando como un lunático cada vez que llegas a casa y cada beso húmedo y descuidado que hayas recibido.
Intenta no concentrarte en tu pérdida; concéntrese en los refrigerios de medianoche y la pizza a escondidas debajo de la mesa y en los momentos en que Fido intentó hacer que se sintiera mejor cuando estaba enfermo de gripe.
Piense en las ocasiones en que él o ella le trajeron su juguete favorito con la esperanza de que lo disfrute tanto como ellos.
Más tarde (mucho más tarde), piense en tratar de dar ese amor adelante adoptando un perro mayor, o uno que haya sido abandonado por su dueño sin saber por qué, y ESTA es la razón por la que debe seguir “adelante”: alguien más te necesita
Los refugios están LLENOS de perritos que han sido descartados por algunas de las razones más mierdas que un “mono afeitado” puede tener (sin ofender a los simios), y sus únicos crímenes son querer una cama tibia, una barriga llena y una falda. para posponer
Aunque no puedes esquivar el dolor, la alegría que pueden traerte (y a ti) supera con creces la agonía de perderlos.
Mientras tanto, llorar.
Perdiste un amigo amoroso de confianza; ningún humano real puede escapar de ese indemne.
Lo verás por el rabillo del ojo durante los próximos meses; es casi como si vinieran a vigilarnos, para asegurarse de que estaremos bien.
Por último, no tengas miedo de llamarlos, de hablarles. Si escuchas lo suficiente, te responderán. Lo prometo.