¿Qué tiene que ver Satanás con eso?
Dios es el que, según toda la teología cristiana, condena a una persona al infierno o la eleva al cielo. Dios tiene poder sobre todos, por lo que un alma no puede ser condenada al infierno sin su palabra.
Es agradable y fácil culpar a Satanás por el sufrimiento y la condenación, pero Satanás no es más que un siervo de Dios, en última instancia (a menos que deseemos decir que Dios, de hecho, no tiene poder sobre todo, y que el infierno no existe porque lo desea entonces, hacer de Dios un individuo notablemente pasivo, ¿no crees?). Presumiblemente, el Infierno y Satanás existen porque Dios lo desea, y por lo tanto, las almas condenadas al Infierno están allí porque Dios los desea allí.
No culpemos al empleado por lo que su empleador le ordena hacer. Ese castigo eterno es responsabilidad de Dios, no de Satanás. Vale la pena recordar eso. Tu deidad benevolente es la que condena el alma de tu pecador al tormento eterno. Satanás es simplemente el empleado, que se asegura de ello después de eso.
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