Deberíamos ser civilizados e inmediatamente ofrecerles una taza de té (o café), servido con galletas. Eso debería ser incluso antes de presentarnos. Deberíamos mostrarles hospitalidad totalmente sin condiciones.
Les preguntaremos si quieren uno o dos azúcares. Sin duda habrán leído sobre etiqueta y pedirán un azúcar. Decir que ninguno es insultar la hospitalidad de un anfitrión e indica un rechazo de los regalos ofrecidos. Decir dos azúcares implica que son codiciosos y que le quitan todo a su anfitrión sin compromiso. Entonces deberían pedir un azúcar.
Además, siempre deben dejar una galleta en la bandeja, incluso cuando se les ofrezca la última. Tomar la última galleta implica que el anfitrión no ha proporcionado suficientes galletas y no ha sido lo suficientemente generoso. Así que siempre dejas uno para mostrar que el anfitrión ha sido más que generoso.
El té debe servirse en un servicio de té de calidad con una cucharadita de té (o bolsa de té) por persona y una para la olla. Uno por persona debe incluir uno por extranjero. Alguien debería ofrecer ser “madre” y servir el té, vertiendo la leche primero y luego agregando el té. Se debe agregar azúcar y luego remover en el sentido de las agujas del reloj y luego se debe entregar la taza y el platillo al invitado.
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Una vez que se ha servido el té, se pueden discutir los detalles como las introducciones y la invasión total de la Tierra.