Cunhambebe Apuesto a que ninguno de ustedes sabe este nombre y está bien. Este chico era nativo de América del Sur en el XIV (siglo XIV) en el área de Río de Janeiro, Brasil. Pertenecía al pueblo tupinambá y ellos eran, que yo sepa, los más valientes. Eran caníbales rituales, lo que significa que en ciertas ocasiones comían carne humana. Lo interesante es que querían ser comidos, porque para eso había que ser capturado en la guerra y llevado a la aldea que te capturó y ser comido por tus enemigos era el pináculo de la gloria para esas personas. Vivieron para la guerra y eran extremadamente sanos y fuertes, hasta el punto de que un niño de 10 años tendría un arco y una flecha que un portugués adulto tenía dificultades o no podía usar el arco, por muy difícil que fuera. En aquel entonces, los sacerdotes solían convertir a esas personas enseñándoles que comer a otros seres humanos era un pecado, etc., etc., y sucede que los nativos “aceptarían” a Cristo y luego, en la primera oportunidad, capturarían y volverían a comer humanos. Cunhambebe era uno de sus jefes, y él era uno de esos extra-extra excepcionales. Se dice que era una cabeza más alto que los hombres más altos de la zona, y proporcionalmente más fuerte. Está registrado que una vez que un sacerdote le preguntó a Cunhambebe por qué se comió a otro hombre si ya había entendido que era un pecado y Cunhambebe respondió “Soy un Jaguar”, lo que significa que no hay pecado … ¡Su vida debe haber sido asombrosa!
PD: si está interesado en conocer a esas personas en ese momento, lea el libro Historia de un viaje a la tierra de Brasil, de Jean de Léry.