Hay muchas maneras excelentes de comenzar los discursos. Aquí hay siete titulares que cada orador debe agregar a su arsenal de oratoria:
- Una imagen: Comenzar con una imagen que se relacione con su tema es una excelente manera de captar la atención de su audiencia, mantenerla y mantener a su audiencia pensando en su discurso días, semanas, meses e incluso años después de su discurso.
- Una historia: Comenzar con una historia puede ayudar a que cualquier tema del discurso sea inmediatamente relatable e interesante. ¡Y una gran ventaja de usar una historia es que el género de “historia” es uno que cautivó a los seres humanos desde los días en que vivíamos en cuevas y escribíamos historias en las paredes de las cuevas!
- Una pregunta: Comenzar con una pregunta, y especialmente una pregunta provocativa, puede ser un gran captador de atención desde el principio y puede permitirle presentar el problema o problema clave que se abordará en su discurso.
- Una cita: comenzar con una cita que sea relevante para el tema de su discurso no solo es una excelente manera de llamar la atención de la audiencia, sino que puede ayudar a la audiencia a comprender cómo se relaciona su tema de discurso con fuerzas y / o circunstancias sociales, culturales y políticas más amplias .
- Una canción: ¡ Bueno, no voy a probar esto pronto! Pero para aquellos de ustedes que realmente pueden cantar, comenzar un discurso con una canción es una excelente manera de conectarse con la audiencia y hacer que inviertan personal y emocionalmente en su discurso desde el principio.
- Un escándalo: seamos sinceros, a todos nos encanta un buen escándalo. Tome una página de las noticias de la noche, el nuevo éxito de taquilla de Hollywood, o la serie de televisión que está atravesando en Netflix y comience su discurso con algo escandaloso. Comenzar por nombrar una estadística provocativa, injusticia, tendencia, fenómeno, etc. puede ser una excelente manera de atraer a su audiencia mientras esperan para ver cómo se resolverá el conflicto.
- The End: Sí, lo sé. Suena como una mala idea. Quiero decir, en serio, ¿spoilers mucho? Pero cuando se hace bien, comenzar con “el final” puede ser una excelente manera de crear suspenso. Por ejemplo, si comenzaste un discurso con algún héroe ficticio o de la vida real que vivía feliz para siempre o se alejaba del contenido hacia la puesta del sol o derrotabas al villano, entonces proporcionas cierta disonancia cognitiva para tu audiencia. No saben, y quieren saber, cómo tu héroe llegó al punto en que vivieron felices para siempre, cabalgaron hacia la puesta del sol o derrotaron al villano. El “viaje” a la resolución del conflicto del héroe puede ser una excelente manera de mantener una audiencia comprometida.